domingo, febrero 25, 2007

Crónica de la Concentración de la AVT del 24F

Hora y media antes del comienzo de la concentración nos encontramos al pie de las fuentes de la Plaza de Colón. La pancarta del Foro Ermua ya se encuentra desplegada frente al escenario que se ha montado en la parte superior de la plaza. En menos de veinte minutos ya empieza a agolparse la gente alrededor de la pancarta; han cortado el tráfico en la plaza.

Apenas cinco minutos después de las cuatro de la tarde se empieza a extender el cordón de seguridad junto a la pancarta del Foro Ermua. Por la parte superior de la plaza, el montaje de vallas azules forma un recinto donde se situará la prensa que cubrirá el acto y un pasillo por donde accederán las autoridades y las víctimas. Empieza a llegar gente a la zona posterior del escenario. En la parte baja se ven banderas de la Comunidad de Madrid, Baleares, La Rioja… Cerca de la Biblioteca Nacional vemos a varios voluntarios repartiendo pancartas.

Hace frío, el cielo está encapotado y hay poco viento. La bandera gigante de España que normalmente ondula orgullosa en lo alto del mástil de la Plaza de Colón está lánguida, como triste por las víctimas. Dos personas con grandes pancartas corren hacia la zona inferior, mientras se cruzan con varios policías con perros situados en la esquina de Jorge Juan. Mientras tanto varios Peones Negros despliegan la pancarta gigante que usan los 11 de cada mes.

Detrás de la pancarta del Foro Ermua se despliega la enorme bandera de España que siempre llevan. Justo detrás se sitúa una de las múltiples pancartas de los Peones Negros. Mientras tanto ha llegado Mikel Buesa y se sitúa en el centro de la pancarta del Foro Ermua. A la izquierda de estos, desde la zona de Goya se ve llegar a los navarros, con multitud de banderas rojas.

Unos minutos más tarde vemos a una mujer que lleva un genial cartel que enuncia “25 víctimas ya no comen”. Detrás vemos a Luis del Pino, al que saludamos, situándose tras la pancarta de los Peones Negros.

Seguimos dando vueltas por la zona de la concentración y sobre las cuatro y media vemos las primeras banderas asturianas. Cruzando la esquina vemos un magnífico montaje en manos de varias personas: ETA mata y los j-ETA-s rematan…La multitud se agolpa ya en la esquina contra las vallas de seguridad.

Seguimos andando hacia la calle Goya donde vemos a la Plataforma España y Libertad vendiendo camisetas y portando una pancarta que dice “De ETA ¡Ni hablar!”. Cinco minutos después vemos a una mujer paseando con un curioso aditamento: una peineta con los colores de España.

A las 16:37 empiezan a llegar las autoridades. A los primeros que vemos son a Jaime Mayor Oreja que viene hablando con María San Gil. La policía empieza a cortar Serrano. En los pasos de cebra las banderas de España se acumulan para acercarse al acto. Ana Pastor llega cinco minutos después seguida de cerca por Ángel Acebes. Breves instantes después aparece Ignacio Astarloa.

Son las cinco de la tarde y vamos de vuelta a la zona de prensa. Se ve ya la calle Génova a rebosar hasta la plaza de Alonso Martínez. Las vallas azules que delimitan la entrada están abarrotadas de gente para saludar a víctimas y políticos. Se respira la emoción. La visión de la gente en la Plaza de Colón con millares de banderas es estremecedora. En el escenario se sitúa un pebetero y una cruz, donde posteriormente se realizarán las ofrendas del homenaje. Es objetivo de curiosos, fotógrafos y, en general, de la atención de los asistentes.

Comienza el acto sobre las cinco y diez. María Quintanar empieza a hablar. Todo el acto cuenta con traducción para lenguaje de sordos. Vemos a gente de muchas televisiones: Telemadrid, TVE, LDTV, TV3, la Sexta… y radios como la COPE o CityFM. Junto a la prensa también hay muchas víctimas del terrorismo que llevan nombres escritos en su frente: Jose, Ricardo, Reyes… Francisco José Alcaraz mira a María Quintanar con los ojos acuosos y con visible emoción. Manuel González Bermúdez, guardia civil, y Gerardo Puente, TEDAX, dos víctimas que hoy darán su testimonio, esperan pacientemente.

La multitud guarda un respetuoso minuto de silencio, más silencioso que nunca y finalmente rompe en un Viva España seguido de aplausos y un “No estáis solos” coreado desde lo más profundo del corazón.

Pasados veinticinco minutos de las cinco de la tarde comienzan las intervenciones de las dos víctimas. Conmovedores testimonios los aportados, interrumpidos por más “No estáis solos”. Gerardo Puente enuncia a las víctimas y con cada una el pueblo se une en un grito común llamando asesino al cobarde terrorista que sesgó sus vidas. La voz se le traba; es difícil contener la rabia y la indignación. Gerardo Puente termina gritando “Negociación en mi nombre, ¡no! ¡¡REBELIÓN CÍVICA!!”

Tras quince vibrantes minutos suena el himno de la AVT, compuesto por Manuel Carrasco, en su preciosa versión para violín solista. María Quintanar mira con delectación al violinista. La plaza de Colón se sume en una catarsis colectiva mientras que familiares de las víctimas pasan por el altar improvisado con el pebetero y dejan sus ofrendas florales, una por cada víctima de la alimaña etarra.

Terminado este acto suenan los compases de “La muerte no es el final” y llega el momento de la ofrenda de dos coronas por parte de miembros de la guardia civil y Francisco José Alcaraz. María San Gil se esconde un poco, visiblemente emocionada, pero Ana Pastor le proporciona un abrazo reconfortante. El resto de la cúpula del PP observa con solemnidad la entrega de ofrendas.

Seis menos diez. Sube al escenario Toñi Santiago, la madre de Silvia, la última niña asesinada por la ETA en el atentado de Santa Pola, cuando ella apenas contaba con 6 años, el 4 de agosto de 2002. Toñi es la viva imagen de la indignación del pueblo español; sus palabras transmiten, llegan. No creo que Otegui se atreviera a estar delante de esta brava mujer. “Silvia vivía en una familia que le enseñaba unos valores para ser feliz que tú no tendrás en tu sucia y despreciable vida. ¿Qué hacen tus dos hijos bajo el mismo techo de un miserable como tú?". Acabó dándole tres claras razones al reciente ministro de justicia Sánchez Bermejo para ilegalizar al PCTV.

El discurso de Toñi enerva a los asistentes y los aplausos rompen el clima de furia y tristeza. El exalcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, se enjuga los ojos. Toñi, enfundada con una cinta con los colores de España, vuelve detrás del escenario y se funde en un abrazo y un beso con su marido, entre lágrimas propias y de todos los asistentes. Instantes más tarde la cúpula del PP abraza a la madre de Silvia.

Una hora después del comienzo del homenaje, Francisco José Alcaraz sube al escenario pero renuncia a hablar porque cree que ya ha habido suficientes testimonios. Aplausos. Suena el himno de España, como todo el mundo esperaba, se agitan las miles de banderas, la gente canturrea y tararea. Un éxito. Y uno de los actos cívicos más emocionantes de los últimos años.

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