miércoles, mayo 24, 2006

Nunca me cayó bien

Manolo Saiz es uno de esos personajes que ha querido hacerse un hueco en el ciclismo a base de mal carácter y mucha publicidad y apoyo por parte de los medios. A su servicio tuvo muchos de los ciclistas más adulados por la prensa pero con menor derecho y peor rendimiento, esos que siempre eran favoritos y que luego fracasaban estrepitósamente. Me caía (y me cae mal) porque es petulante y presuntuoso, se cree el dueño del concepto de la bicicleta y, hasta hace poco, no había ganado nunca nada importante en su carrera. Me caía mal porque siempre era empujado por los comentaristas cuando el esfuerzo y las victorias se las llevaban otros. Y sobre todo me caía mal porque me revientan los que hablan con la boca de medio lado, síntoma, en mi opinión, de una chulería infinita. Y no soporto a los chulos (sí, esos típicos que van con la camisa remangada y la cadenita gruesa por fuera).

Ahora le han detenido, junto con más gente, por un posible delito de inducción al dopaje en el ciclismo. Y no me sorprende. Su cara de gordo cabreado y frustrado me encaja con la del que haría "lo que sea" con tal de ganar algo.

Y esto nos hace recordar el caso Heras y lo extraño del mismo... Algo huele a podrido en el ciclismo.

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