lunes, mayo 01, 2006

La simiocracia

Despúes de leer ayer los dislates intelectuales del autor de la Proposición No de Ley (PNL) sobre los derechos de los Grandes Simios, me entró un ataque de risa que apenas pude pensar en qué escribir en el blog. Extraeré algunas de las preguntas y respuestas más ¿curiosas? ¿peligrosas? de esa entrevista realizada ¡por El País!
P. ¿Es el debate más urgente que tiene la Cámara?

R. Ni muchísimo menos. Pero no es el último en importancia.

P. ¿Cuáles van por detrás?

R. Las Opas hostiles o los debates metafísicos sobre las realidades nacionales.
Aquí ya apreciamos que para un socialista lo más importante es hacer el ganso; bueno en este caso, hacer el mono.
P. ¿Tarzán es un iluminado?

R. Es el hombre blanco disfrazado. Creo que en el fondo transmite la imagen de un hombre blanco caído en desgracia, pero que, al fin y al cabo, es el rey de la selva encubierto.
Yo ya no sé si la periodista tenía pensada la entrevista de cachondeo puro y duro, pero la respuesta...
P. ¿En qué nota que Chita va de avispada?

R. En que sabe mentir, engañar y seducir.
Esta respuesta, así, solitaria, podría hacer como mucho gracia. Pero esperen, esperen, que aún falta lo mejor.
P. ¿Y puede haber un simio más guapo que un hombre?

R. Bueno, yo en eso no entraría demasiado, porque puede haber apreciaciones diversas.

P. ¿A usted le ha atraído especialmente alguna mona?

R. No, no. Pero me parece respetable cualquier tendencia sexual.
¡Eso, viva la zoofilia! ¡Poligamia homosexual y zoofílica! Creo que a esas alturas, el cerebro del señor Garrido se empezaba a derretir cual queso en una fondeau.
P. Compartimos el 99% del genoma. A nada que se nos escape el 1%...

R. Sí, sí. Somos muy similares. El genoma no lo es todo, pero también las características fenotípicas son muy parecidas.
El señor Garrido ignora, paleto él, que el fenotipo viene dado por el genotipo. Es decir, las características físicas y morfológicas (porque decir características fenotípicas es una redundancia absurda) vienen determinadas por la carga genética de cada uno. Es algo que se enseña en la escuela primaria, borrego. Y él sale al paso con semejante chorrada.
P. Algunos se besan para despedirse: son más cariñosos que nosotros.

R. Especialmente los bonobos. Cuando surge un conflicto entre ellos, en vez de ir a enfrentamientos acuden a relaciones sexuales.
Ya salió otra vez el sexo, qué obsesión. Esto me recuerda al macrobotellón de las "wenorras", esas progres que nos amenizaron la semana en Es por Madrid. Pues nada, macroorgías en lugar de Congreso de los Diputados. Y encima pedirán dietas porque estarán de trabajo.
P. ¿Quién es el gran chimpancé del Gobierno?

R. Zapatero sería el más bonobo. El encanto, la ingenuidad y la valentía que parece transmitir son virtudes muy bonobas. El chimpancé es un poco más astuto: quizá Rubalcaba.
Esta respuesta no tiene desperdicio. Ya han visto que los bonobos arreglan todos sus enfrentamientos con relaciones sexuales. Me pregunto qué pensará Sonsoles de los amoríos de ZP con Montilla, Maragall y Carod. ¿Se unirán en poligamia gay? ¿Virtudes bonobas, dice el incapaz? Para que fuera una virtud tendría que ser capaz de discernir entre lo bueno y lo malo; tendría que poder no ser encantador, ingenuo o valiente. Y eso cae en los animales en el instinto.

Pero no se vaya, que fíjense lo que dice de Rubalcaba. Lo compara con un chimpancé. Justo más arriba dice de Chita (un chimpancé) como que sabe mentir, engañar y seducir. Todo cuadra. Rubalcaba es Chita y ZP es Tarzán (¿o era Bambi el rey de la selva?).
P. No me ha citado simias en el Ejecutivo.

R. Hay varias ministras bonobas, como la de Sanidad o como Narbona, que nos está apoyando mucho. Por primera vez hay una ministra verde en el Gobierno.
Desde luego la Narbona pinta de orangutana tiene y expresarse, se expresa de manera similar...
P. No será usted un obseso sexual.

R. No creo, pero cierta fijación sí que puede que tenga.
Ya nos habíamos dado cuenta, salidorro.

Pero, para aliviar mis risas, hoy he encontrado este magnífico artículo de José Vilas Nogueira, denominado Simiocracia y Despotismo que les recomiendo que lean. Extraigo solamente unas líneas del final que creo son de lo más acertado que he leído sobre este tema tan mono:
Mera estupidez o torpe demagogia, podría concluirse. Ojalá fuese así. Desgraciadamente, hay más. Es una estrategia despótica. Podemos evocar a Pavlov, haciendo perrerías a sus perros, en la investigación de los reflejos condicionados. Cualquiera sabe que si asocias repetidamente una determinada respuesta a un cierto estímulo, el sujeto del estímulo (puede ser un simio) quedará desconcertado si, inopinadamente, recibe una respuesta diferente. Pero si de humanos hablamos, mejor evocar a Orwell. La destrucción del lenguaje, quebrantando brutalmente el sentido admitido de las palabras, reasignándoles significaciones arbitrarias, confina a los ciudadanos en un caos babélico, en un riguroso desconcierto. Privados de un lenguaje coherente, privados de su alma, las palabras de estos pobres desgraciados no valen más que los chillidos guturales de los simios. Desaparece, así, cualquier expectativa de resistencia.
No creo que puedan encontrarse palabras más exactas para describir el proceso de idiotización nacional que el PSOE ejerce desde su tribuna.

"Todo por el pueblo, pero sin el pueblo", pasa a convertirse para los sociatas en "Todo para nosotros, nada para el pueblo, con el dinero del pueblo, pero sin contar con el pueblo y en el nombre de la revolución socialista".

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