Los antidemócratas

Decía ayer el filósofo de gacetilla de Carlos Carnicero que el PP se encontraba en una escalada antidemocrática. En vista de las últimas noticias sobre las agresiones a Arcadi Espada y Rajoy en Hospitalet y Granollers, creo que el insigne trozo de carne con barba debería engancharse voluntariamente a una picota para escarnio público por sus mentiras, manipulaciones y odio y befa de la democracia. Porque va a resultar, estimado panzudo, que los profundos antidemócratas no son otros sino los mafiosos de ETA, los macarrillas proterroristas y asaltapiscinas de ERC y gente como el moroso Montilla, cuyas palabras desprenden vapores dictatoriales de rencor, o Pepiño Blanco, ese deficiente moral que sólo puede compararse con las ratas de las más profundas cloacas de la urbe y que ha justificado la agresión a Rajoy. Y ya prefiero no mencionar la "no condena" por parte del Presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero de ningún acto terrorista desde el 14M ni de ningún acto de agresión como los mencionados anteriormente. ¡Es más, él sí se arroga el dolor de las víctimas! ¡Él, cuyo odio está dirigido hacia los mismos objetivos que la ETA! ¡¡¡Y todos estos no son antidemócratas!! ¡Y UN COJÓN DE PATO, CARLITOS!

Bien dice Daniel Sirera en su columna de opinión en LD: "Cataluña ha perdido su libertad". Pero yo añadiría: la democracia brilla por su ausencia en las filas del PSOE/PSC/PSE/etc, ERC, CIU, CC, BNG, PNV, etc. La soledad del PP es la soledad del bueno, del héroe de película, de aquel que, sabiéndose portador de la justicia, saca fuerzas de flaqueza y sigue adelante. Porque don Mariano Rajoy ha estado demostrando que no hay que ser un doberman para que el veneno de la víbora salga de sus afilados puñales. Basta con defender a la propia Democracia (sí, con mayúsculas). Basta con ser decente y tratar de mostrarse dispuesto para que sean otros (gente como ZP, Pepiño o Montilla) los que iluminen el camino a su propio cementerio. Porque los separatistas odian a España y la izquierda odia cualquier demostración de la soberanía del pueblo. Y a esto lo avalan los hechos, no las palabras hueras de un barrigón con barba. Y eso le duele. Porque en su afán de dominar el mundo no son capaces de atrapar la libertad de pensamiento que la gran mayoría de personas deseamos. Porque la Democracia en España está muy por encima de las ínfulas caciquiles de estos abstrusos personajes.

Así que si don Carlos Carnicero debe tachar de antidemocrático a alguien que se mire al espejo y señale a su reflejo. Y luego al escarnio público como penitencia.

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