viernes, abril 14, 2006

Cuartetas de Bono el Fantasma

Se marchó Bono, como se fue el fantasma del padre de Hamlet. Quede aquí su fiel retrato, en pluma y color: la tercera entrega de la Poesía Zapateril.

Bono el Fantasma

Marchose don Pepe Bono,
ganador de una medalla,
y produjo su abandono,
tras su perdida batalla,

comentarios y lisonjas
de sus huestes más leales,
convertidas en esponjas
de sus bienes naturales.

Se despide cortésmente,
entonando un “viva España”
que a mí, personalmente,
ni me gusta ni me engaña.

Márchase de modo extraño:
¿voluntaria dimisión
desde hace medio año
o profunda disensión?

Unos dicen que su jefe,
el infame Zapatero,
le tiene por mequetrefe
y torpe como embustero.

Otros cuentan que es Madrid
el futuro de sus pasos,
para ser el adalid
que evite nuevos fracasos.

Se marcha como si fuera
un héroe de gran valía,
como si olvidar quisiera
otras cosas que decía:

Criticó el Estatuto,
mas votó con complacencia,
y pagó bien su tributo,
sin honor y sin conciencia.

Mintió sobre su agresión,
inventándose dolores;
que fue todo una ficción
cargadita de rencores.

Engañó también más tarde
con el Cougar y sus muertos.
Y fue luego muy cobarde
por no aclarar sus entuertos.

Retiró de Iraq las tropas;
mandolas a Afganistán.
Y entre vítores y copas,
la Álvaro de Bazán

salió en portada de El Mundo,
dejando en clara evidencia
al ministro gemebundo
y a su grandiosa elocuencia:

que no está allí la fragata,
bueno, sí, de entrenamiento,
que lo anterior fue una errata,
que sí llevaba armamento.

Fue tal la gran valentía
del Ministro de Defensa
que prefiere su sangría,
como mortal recompensa,

antes que dar cumplimiento
a su cargo militar,
pues es su gran pensamiento
morir antes que matar.

Se va el fantasma de Bono,
dejando mal heredero,
pues quien le quitó del trono
no fue sino Zapatero.

Mucho amor a la bandera,
muchas palabras pomposas,
mucha lágrima embustera,
muy de ideas veleidosas.

Se fue ya don José Bono
falsario y mal patriota,
sumido en el abandono
de quien hace la pelota.

¿Me da pena? De eso nada.
Populista y demagogo,
defensor de la manada,
ha muerto de propio ahogo.

Si tan recto hubiera sido,
como quiere pretender,
nunca hubiera permitido
lo que vino a suceder:

Estatuto aprobado,
agresiones inventadas,
autogiro derribado,
tropas muertas y engañadas.

Adiós discreto, visión,
ministro de la no guerra,
fantasma de la nación,
falso profeta en tu tierra.


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