sábado, junio 17, 2006

¿Y mi tiempo qué?

Otra vez me ha tocado sufrir el mal funcionamiento de la línea 32 de la EMT en el intercambiador de Atocha. En esta ocasión, sñolo he tenido que esperar 45 minutos para poder coger un autobús en el que una vez dentro, no me dñe la impresión de que me he transformado en una sardina en escabeche.

¡Todos los días la misma historia! ¡Da igual la hora o el día! La línea 32 es de las que peor servicio da de Madrid.

He mandado varias quejas a la EMT por correo ordinario y por e-mail, y la respuesta ha sido siempre la misma: ninguna.

¡Ya estoy harta! Harta de perder horas de mi vida esperando a este autobús. Harta de no tener que apuntarme a un gimnasio porque el ejercicio que se hace al sujetarse a la barra por los continuos frenazos es suficiente para los biceps. Harta de recibir un servicio de sauna que no he solicitado. Harta de pagar una suma considerable por un Abono Transportes que me da un servicio nefasto. Harta de ver pasar autobuses de otras líneas sin que b¡venga el mío. Harta de no llegar nunca a la hora cuando tengo que coger el autobús de la línea 32. Harta de que la EMT no responda a mis quejas. Harta de utilizar una lñinea de autobús que parece que tiene los servicios mínimos de un día de huelga. Harta de tener que dejar pasar autobuses porque van tan llenos que el conductor no puede abrir la puerta. Harta de ver cómo en los paneles informativos, después de llevar 30 minutos esperando, el tiempo que pone que tardará el autobús en llegar, aumenta en vez de disminuir.

¡Y después nos dicen que utilicemos el transporte público!

Animo a todos, a que cuando consideren que el servicio que les da la EMT no sea el adecuado, pongan una queja. Los conductores siempre llevan hojas de reclamaciones que no hay que franquear, y en la página www.emtmadrid.es se pueden efectuar por correo electrónico. A ver si protestando entre todos, conseguimos que no nos tomen por el pito del sereno y tengamos un servicio de autobuses como Dios manda.

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