domingo, noviembre 27, 2005

Sun Tzu - El Arte de la Guerra

Allá por el 300 a.C. en la China del norte, un linaje de señores guerreros decidió poner por escrito sus conocimientos militares por escrito. Ese compendio de ideas de éxito se conoce desde entonces por Sun Tzu, nombre del patriarca de dicho linaje.

El Sun Tzu se basa fundamentalmente en dos principio elementales: el engaño y el sometimiento del enemigo sin luchar. No deja de ser curioso que el tratado de guerra más influyente de la historia se base en la victoria sin pelea. Se trata de la búsqueda de la solución más inteligente.

El Sun Tzu es un libro difícil de entender, pues contiene conceptos como el shih, la forma, el nudo o el Tao, de complejidad extrema. Sin embargo, dichos conceptos están siendo últimamente muy utilizados en la formación de directivos, puesto que sus principios elementales son universales.

Veamos hoy una cita del capítulo 3:

Ahora bien, el general es la salvaguardia del estado.
Si la salvaguardia es completa, el estado
seguramente será fuerte.
Si la salvaguardia se agrieta, el estado
seguramente será débil.


Este párrafo es bastante sencillo de entender en nuestos días: si el responsable de gobierno de un país es firme y decidido, el estado es fuerte; si empero es blando y pusilánime, el estado se debilita.

España está hoy en día en malos momentos. La jefatura del Estado recae en el Rey. Desgraciadamente, no se está comportando como una salvaguardia completa, llegando al extremo de haberse publicado un libro cuyo título es un triste oxímoron: Don Juan Carlos, el Rey Republicano. Además, como bien deja claro el Sun Tzu, el Rey representa en España su fortaleza. Si el Rey es débil, malo.

Pero hay un agravante más: en España tenemos un Presidente del Gobierno y un Rey. ¡Vaya combinación! Pues nuestro Presidente es el "general" más agrietado de toda la larga historia de España. Y su dejadez, desidia y torpeza son extremas. En consecuencia, su gobierno es débil. Ya lo decía Sun Tzu.

Ninguno de los poderes de España, ni Rey ni Presidente, se están mostrando como líderes completos. Quizá si el primero compensara al segundo, España podría ser más fuerte. Pero Rodríguez Zapatero prefiere la desigualdad, la separación y la inmoralidad. Crear un estado federal asimétrico es tan absurdo como pretender volver a los reinos de Taifas. La unión hace la fuerza, dice el viejo dicho. Divide y vencerás, es otro dicho, como bien demuestra conocer Rodríguez Zapatero.

Y se olvida de la sabiduría de Sun Tzu. Más de 2300 años de historia para encontrarnos al gobernante que mejor define la agrietada salvaguardia del capítulo 3 del Arte de la Guerra.

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